Astrologia Social

Neptuno en Aries: la ola que se incendia

Lina Marco
Escrito por Lina Marco el

Una conversación con Proyecto Urania junto a Catalina Lara y Sophia Pérez

El 2025 nos encuentra atravesando una de las transiciones más misteriosas y potentes del zodíaco: Neptuno saliendo de Piscis para ingresar en Aries. Un cambio de signo que no ocurre desde 1861, y que marca el inicio de un nuevo ciclo colectivo vinculado a los sueños, los ideales, las imágenes y las espiritualidades de la época.

Desde Astrología Social nos sumamos a este tránsito en una conversación con Catalina Lara y Sophia Pérez en el canal de Proyecto Urania, donde exploramos la potencia, la paradoja y la sensibilidad de este pasaje desde múltiples dimensiones simbólicas, espirituales y políticas.

Neptuno en Aries: el salto al fuego

La conversación de Proyecto Urania nos invita a pensar esta transición como un movimiento colectivo que redefine la identidad, el deseo y lo sagrado. ¿Qué significa ser "yo" cuando todo lo conocido se diluye? ¿Cómo habitamos el deseo cuando ya no se orienta a promesas externas, sino que nace desde el fondo del cuerpo?

Conectamos Neptuno con el eclipse en el grado 0° de Aries, Marte en Cáncer, Plutón en Acuario, Urano en Tauro y Saturno como gran maestro del tiempo. Todo señala una mutación profunda del deseo, del cuerpo, de las formas de pertenencia. ¿Quiénes somos cuando dejamos de defender una identidad fija?


Lo que se disuelve, lo que busca forma

Neptuno en Piscis trajo una expansión de lo espiritual, pero también de lo ilusorio. Sophia lo nombra con claridad:

“Estamos saliendo de un tiempo en el que el viaje neptuniano estuvo marcado por un exceso de espiritualidad, de fuga, de fantasía… un tiempo donde todo era imagen, viralización, inspiración colectiva”.

Pero el fuego ariano no permite seguir flotando. Ahora la marea se vuelve chispa, impulso, deseo de manifestación. Catalina lo sintetiza así:

“Pasamos de la gran disolución pisciana a una energía que nos dice: basta de tanto sueño, ¡hagamos algo con esto!”.

Y sin embargo, como bien lo marca Lina, no se trata de un hacer compulsivo, sino de un impulso que nace desde el vacío, desde el misterio, desde un fuego que aún no tiene dirección:

“Este fuego de Aries no es la reacción inmediata, no es solo impulso ciego. Es una chispa que emerge cuando nos permitimos estar en la pausa, en el desarme, en el umbral. Neptuno en Aries quizás no viene a decirnos qué hacer, sino a abrir un espacio para lo que todavía no tiene forma”.


Vulnerabilidad, individuación y pertenencia

En la conversación también se profundiza en la paradoja de Neptuno en Aries: un tránsito que convoca a conectar con una nueva identidad, pero desde la sensibilidad y no desde el ego.

Sophia plantea:

“Puede aparecer la trampa de que cada quien se piense como un canal o un elegido. Hay que estar atentas al narcisismo espiritual, al personaje del gurú de Instagram, que dice tener la verdad y ofrecer claridad cuando lo que hay es una nebulosa”.

Catalina agrega:

“Neptuno en Aries nos habla de una nueva forma de individuación, pero no desde la autosuficiencia, sino desde la vulnerabilidad de sabernos parte de algo más grande. Es un momento para cuestionar quién soy y desde dónde pertenezco, sin perderme en la masa ni en la autoafirmación solitaria”.

Y ahí entra otra clave importante: la pausa como revolución interna. Como dice Lina:

“Quizás hoy la verdadera fuerza esté en la pausa, en la fragilidad, en el tiempo lento. Porque en un mundo que corre, detenerse también puede ser un acto de fuego”.


Un pasaje colectivo: ¿qué sueño nos sueña?

La conversación también hiló este tránsito con otras configuraciones astrológicas actuales, como el eclipse en el grado 0 de Aries, Marte en Cáncer, Plutón en Acuario, Urano en Tauro y Saturno como el gran maestro del tiempo.

Cada una de estas influencias astrológicas profundiza aún más en el proceso de transformación que estamos viviendo. Por ejemplo, el eclipse en el grado 0 de Aries marca un inicio radical, un despertar de las fuerzas primarias de la identidad y del deseo. Como nos cuenta Catalina Lara:

“Este eclipse nos invita a confrontar lo que hemos creído sobre quiénes somos, desmantelando viejos relatos que ya no nos sirven y abriéndonos a lo nuevo, a lo desconocido.”

Este momento de cierre de ciclos es crucial para que podamos movernos hacia una nueva forma de ser y de relacionarnos con el mundo.

Marte en Cáncer, por otro lado, nos lleva a una reactivación de las emociones más profundas y la necesidad de proteger nuestros territorios emocionales. La energía marciana se mezcla con la sensibilidad de Cáncer, lo que podría generar una tensión interna entre actuar y protegernos. Sophia Pérez reflexiona sobre esto:

“Marte en Cáncer nos invita a encontrar la acción desde el cuidado, a transformar la energía agresiva en un impulso nutritivo, que si no se sabe canalizar, puede volverse destructivo hacia dentro.”

A esta tensión emocional se suma la energía transformadora de Plutón en Acuario, que está desafiando las estructuras colectivas, empujando hacia una profunda revolución en nuestras relaciones, identidades y sueños colectivos. La influencia plutoniana nos hace mirar hacia lo que ya no podemos sostener, hacia lo que debe morir para dar paso a lo nuevo. Sophia Pérez comenta:

“Plutón en Acuario nos desafía a pensar más allá del individuo, invitándonos a una transformación radical en nuestra relación con la sociedad y la comunidad.”

Con Urano en Tauro, la revolución toca el ámbito del cuerpo y la materialidad. Tauro, signo de la tierra, de lo estable y lo físico, se encuentra con la energía disruptiva de Urano, lo que genera una tensión entre lo que queremos cambiar y lo que queremos preservar. Como señala Lina Marco:

“Urano en Tauro nos obliga a reconsiderar nuestros valores, lo que realmente necesitamos para sentirnos seguros y cómo nos relacionamos con la tierra, el cuerpo, el dinero y los recursos.”

Finalmente, Saturno sigue siendo el gran maestro del tiempo, regente de las estructuras y el orden. En su paso por Acuario, Saturno nos invita a construir sobre nuevas bases, a forjar nuevas formas de relacionarnos con el colectivo, pero también a cuestionar las viejas estructuras que nos limitan. Catalina Lara lo expresa así:

“Saturno nos pide que tomemos responsabilidad por la nueva sociedad que queremos construir, pero también nos señala que el proceso será lento y exigente. El futuro es un trabajo que requiere disciplina y paciencia.”

Todo esto parece señalar que estamos ante una mutación profunda del deseo, de las formas de vinculación, del cuerpo y del territorio. La transformación de lo que entendemos por “yo”, por “nosotrxs”, y por “lo sagrado” está en marcha, y este tránsito de Neptuno en Aries juega un papel clave en esa reconfiguración.

Lo sagrado, al que solíamos acceder desde la disolución pisciana, ahora se manifiesta en la acción, en el desafío de mantenernos firmes y auténticos en medio de un mundo que cambia constantemente. Como dice Sophia Pérez:

“Lo sagrado no es ya algo que se encuentra fuera de nosotros, sino que ahora nos obliga a conectarnos con la verdad que reside en nuestro deseo más profundo.”


Una chispa que emerge del agua

Este ingreso de Neptuno en Aries nos deja más preguntas que respuestas. Nos invita a habitar el umbral, a desarmar viejos mitos y a gestar nuevos imaginarios. A reconocer que la espiritualidad también puede ser encarnada, política, relacional. Y que el fuego no siempre es guerra: a veces es solo el primer calor de un nuevo mundo posible.

¿Estamos dispuestxs a desarmar nuestras certezas para dejarnos habitar por ese nuevo fuego?
¿Qué imágenes del futuro necesitamos soltar para que otras puedan nacer?


Te invitamos a ver la conversación completa en el canal de YouTube de Proyecto Urania.
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Lina Marco

Lina Marco

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