Astrologia Social

Plutón, poder, muerte, transformación y renacimiento.

Lina Marco
Escrito por Lina Marco el

Plutón es el último planeta del sistema solar con un ciclo de 245 años, es rocoso y difícil de observar. Forma parte de los tres planetas que en la astrología moderna conocemos como transpersonales, es decir, aquellos que influyen más allá del individuo, más allá de la Tierra. Plutón fue descubierto en 1930, en una época marcada por el inicio de la Segunda Guerra Mundial y en la que la psicología daba importantes avances en el estudio del inconsciente colectivo y la sombra.

Jung: “no se llega a la iluminación fantaseando imágenes de luz sino estando en contacto con su propia sombra.”

Estos hechos resuenan con la simbología del planeta relacionada con el poder, la muerte, la transformación y la regeneración. Pero también es lo negado en el instinto de supervivencia, la sombra humana.

Cuado hablamos de la muerte, una faceta de plutón, no es solo físicamente, es un dejar ir aquello que no esta es sintonía con nuestro proceso evolutivo. Si Saturno nos enfrenta a pruebas materiales para que veamos la realidad, Plutón lo hace a un nivel humano, obligándonos a enfrentar la verdad de quiénes somos o, más bien, de que “no somos nada” como seres individuales, somos profundamente temporales e irrelevantes; Plutón posee una implacabilidad que destruye todas las construcciones e ilusiones humanas, desde las más materiales hasta las idealizaciones y no hay escapatoria.

Es así que las pruebas más duras se convierten en combustible para avanzar en lo evolutivo. Es una energía que nos impulsa a seguir adelante, hacia el horizonte. Si no dejamos morir al niño o la niña interior, nunca podremos convertirnos en adultos; y lo mismo ocurre con todos los procesos de transformación. Plutón es un planeta que marca la evolución de la consciencia humana. En la mitología judeocristiana, Jesús pasa por el dolor y el sacrificio del cuerpo para poder revelar a todos la verdad divina. La salvación radica en tener fe, en percibir la trascendencia conscientemente. Las enseñanzas de Buda también nos muestran que el camino del “Despertar” es salir del sufrimiento por encontrarnos enfrascados en el mundo de las cosas, en el mundo mental; la consciencia ilusoria de que somos este cuerpo y esta identidad que creamos, y que todo lo que nos rodea es lo que vemos y pensamos. Plutón nos quiere enseñar que hay poder detrás de todo lo que consideramos “malo”; vivir de muerte en muerte, vivir con intensidad sin temer al mañana, porque la muerte y la vida son la misma cosa. Temer a la muerte es temer a la vida.

Entonces, todo lo que tenemos debe ser devuelto: vida, riqueza, familia, posesiones, fama, belleza, relaciones, estatus social, etc. En definitiva, todo lo que consideramos parte de nosotros y utilizamos para sentir seguridad en la vida. Con Plutón, debemos aprender a dejar ir, soltar; aunque en principio dejar ir es una tortura, es algo inconcebible porque implica enfrentar miedos. Para esta fuerza el dolor no es la finalidad última; solamente el proceso, después viene una liberación, un alivio y ahí se encuentra el poder personal.

¿En lo individual podemos evitar las experiencias dolorosas a partir de encontrarle un sentido a lo que nos pasa?

El dolor y la culpa son lados de plutón, los sentimientos de agobio internos que a veces matizamos con la teleología “el sentido profundo” hace que ignoremos el dolor humano. Pero con Plutón no se puede ignorar el dolor, es un proceso de duelo donde la persona necesita pasar por los diferentes estadios, desde la negación, la rabia, la negociación, la depresión hasta llegar a la aceptación. Pero es inevitable el paso por el infierno. Necesitamos la vivencia humana del dolor, de la culpa, la angustia existencial. Es importante darle lugar y hacer catarsis con ello, no se puede ni se debe ignorar el dolor, hay que mostrarlo de alguna manera para que el duelo haga su proceso, puede ser escribiendo, llorando o hablándolo. El entorno puede acompañar estos procesos sin juzgar, a veces lo que decimos no sirve de nada, lo que se necesita es ser personas catalizadoras, que puedan resistir con su absoluta presencia la intensidad del dolor. Como mamíferos necesitamos del entorno para vivir y el abandono es un miedo profundo en todos.

¿Qué significa encontrar el poder personal?

Mitológicamente, Plutón es el dios romano del inframundo, cuya contraparte griega es Hades. Sin embargo, Plutón tiene una característica particular: también es el dios de la riqueza. Desde el punto de vista del poder, los bienes materiales, el conocimiento, la sexualidad… son formas de poder y el poder saca lo peor del ser humano. Las personas que fluyen con Plutón saben que ese poder no les pertenece y lo ponen al servicio de los demás. Retener poder es como tener una barra de plutonio en el bolsillo, tarde que temprano te va a destruir. Ejemplos así hay múltiples en la vida como; el empresario capitalista, la pareja abusiva, el político corrupto, el guía espiritual que controla la vida de sus seguidores. Todos son destruidos; a veces a través de una enfermedad, la bancarrota, el escarnio público o el aislamiento. Contener el poder sin reconocer que es una fuerza que trasciende la esfera personal genera monstruos narcisistas y psicópatas. Lo único que se puede hacer ante estas fuerzas del poder es estar al servicio de ellas y ponerla en función de lo colectivo.

El poder personal tiene que ver con la humildad, palabra que nos recuerda nuestra condición de seres humanos, que proviene de humus, la tierra; y que volvemos a la materia prima de todo: la tierra y sus minerales, el alimento, el abono del futuro que seremos. Lo único que nos queda es la fe en la vida, la confianza de que somos parte de algo superior, que tiene un sentido y un propósito. Cuando estamos desnudos, sin los atavíos de la vida y discerniendo nuestra parte divina e infinita de lo que es temporal, nos volvemos indestructibles. Así, la función de Plutón es despojarnos de todo para que encontremos nuestro centro invulnerable, nuestro poder personal.

Es entonces cuando llega una nueva faceta de esta energía: la de reinventar un nuevo “yo”, un nuevo ser, más realista y, en cierto modo, con menos inocencia, en el sentido de una realidad muy honesta, desapegada y llena de fortaleza. Cuesta reconocer la versión del pasado después de un transito de Plutón.


¿Qué nos indica Plutón en nuestra Carta Natal?

El signo donde está plutón es una fuerza generacional, nos habla de retos que experimentamos por haber nacido en un momento histórico determinado. Por otro lado, el estado de plutón es decir los aspectos que haga con otros planetas y las casas donde se ubican, nos indica como vivimos de forma personal o proyectada esa energía de poder, muerte y transformación. Plutón puede llevarnos de víctimas a perpetradores, donde está Plutón son las áreas donde aparecen diferentes complejos, miedos, control, traumas, culpas y resentimientos. Plutón te sumerge en el miedo interior para entrar en contacto con el poder personal y renacer en una nueva identidad.

En el campo sistémico, la astrogenealogía de plutón tiene que ver con los secretos familiares; incestos, abusos, violencia doméstica, creencias en relación al sufrimiento, hay que diferenciar qué es el trauma colectivo, el familiar y el individual que genera consecuencias en relación al aislamiento o auto-aislamiento

La luz que contiene plutón es tan intensa como su propia sombra, el convertirse en una nueva persona es un proceso plutoniano. Plutón nos puede llevar a la iluminación después de una experiencia dolorosa, quema todo y resurge dándote el poder de reinventar un nuevo panorama.

Plutón en la casa 1 ó Escorpio en el (Ascendente)

Reencontrarse con el fondo de su identidad puede generar la sensación de ser un sobreviviente de algo indefinido, como si llevara consigo el peso de un secreto desconocido. Este arquetipo, ligado a los inicios y los arranques, refleja que al momento de nacer se desencadenó una situación compleja. Por ello, la persona podría evitar comenzar algo nuevo, prefiriendo pasar desapercibida para no desatar conflictos, como si cualquier movimiento pudiera “armar la de Troya”. En esta área de la vida, es común que emerja un complejo de autocontrol, una necesidad de contenerse para no exponer inseguridades o la falta de dominio sobre uno mismo. Este intento de control puede actuar como un mecanismo de defensa frente a la vulnerabilidad percibida, pero también puede limitar la espontaneidad y la capacidad de afrontar nuevas experiencias.

Es importante preguntarse

  • ¿Qué vivencia compleja recuerdan, qué pasó en la primera infancia antes de los 7 años?
  • ¿Qué conflictos vivían mis padres?
  • ¿Estoy viviendo o sobreviviendo?

Plutón en la Casa 2

El uso o abuso de los propios recursos puede transformarse en una conducta compulsiva relacionada con la autosostenibilidad. Cuando los recursos, ya sean bienes, dinero o relaciones, se convierten en una herramienta de control, surge el riesgo de liberar los “demonios materialistas” ligados al apego desmedido por el tener. Plutón en esta área genera obsesión por la acumulación, a menudo influenciada por historias familiares complejas. Es posible que los recursos ancestrales hayan llegado de formas ocultas o poco claras, generando miedo a poseer y disfrutar, como si el éxito o la riqueza estuvieran inevitablemente vinculados al peligro, la destrucción o la pérdida. Si hubo sufrimiento o muertes asociadas a la obtención de recursos, se instala una energía extrema y oscura, donde el dinero deja de ser neutral y se percibe como una amenaza que podría repetir patrones traumáticos del pasado.

Desde una perspectiva freudiana, esto conecta con las defensas anales, donde el control y la retención juegan un papel central. Así como el bebé decide cuándo soltar o retener, el adulto puede desarrollar conductas de control económico como un mecanismo de seguridad frente a la incertidumbre.

Es importante preguntarse

¿Cómo se desarrollaron los comportamientos económicos en el sistema familiar? ¿Qué historias, miedos o creencias se heredaron sobre la relación con los recursos? Comprender esta dinámica puede revelar patrones inconscientes que limitan la capacidad de vivir con plenitud y confianza en la abundancia.

Plutón en la Casa 3

La casa 3 con Plutón o aspectos Plutón-Mercurio refleja una mente intensa y profunda, enfocada en el poder del conocimiento y la transformación a través de la comunicación. Puede haber obsesión por ser escuchado y un deseo de impactar con las palabras, pero también desafíos en relaciones colaterales, como conflictos con hermanos o alteraciones en el entorno escolar, incluyendo experiencias como el bullying.

Transgeneracionalmente, puede revelar dinámicas familiares complejas, como la pérdida de hermanos o la sensación de soledad a pesar de no ser hijo único. Estas vivencias generan patrones de culpa o control, ligados al miedo de repetir historias traumáticas o de ser rechazado. La clave está en reconocer y transformar estas heridas, canalizando la intensidad mental de manera constructiva.

Plutón en la Casa 4

Cuando el hogar se percibe como refugio, puede generar una sensación de amenaza al salir, lo que lleva a la necesidad de control interno y, fuera de este, a la neurosis. En otros casos, el hogar mismo es un lugar peligroso que impulsa a huir y reconstruirse lejos de las dinámicas familiares, marcadas por heridas profundas y manipulaciones emocionales, como culpas impuestas por los padres. Separarse de estas influencias es crucial para romper la subordinación al clan familiar y redescubrirse desde lo esencial.

Los tránsitos de Plutón por la casa 4 confrontan con el dolor y las heridas ancestrales. Es un proceso de limpieza emocional que despierta conciencia sobre las dinámicas familiares tóxicas, permitiendo liberar lo “podrido” y transformar la relación con las raíces. Este tránsito ofrece la oportunidad de sanar y reconstruir un vínculo más sano con la propia historia, utilizando herramientas como la terapia sistémica y las constelaciones familiares.

Plutón en la Casa 5

Plutón genera un complejo de validación personal relacionado con la falta de reconocimiento en la infancia, dejando al niño interior congelado en sus miedos. En respuesta, busca proyectar fuerza y poder, lo que puede derivar en soberbia y conflictos de ego.

Afectivamente, confunde amor con deseo sexual, viviendo las relaciones en extremos: amor u odio, sin matices. Esta polaridad también se expresa en comportamientos infantiles como “pataletas”, que representan necesidades emocionales no resueltas.

En cuanto a los hijos, Plutón puede obsesionar con tenerlos o rechazarlos completamente, reflejando su naturaleza extrema. Este patrón exige equilibrio para evitar que estos dramas internos afecten las relaciones.

Plutón en la Casa 6

La necesidad compulsiva de sentirse útil y eficiente puede generar conflictos, especialmente en relaciones de servicio, y se ve como una amenaza cuando no se cumple ese rol. Las creencias sobre el valor personal relacionado con la actividad constante pueden llevar a sentirse inútil, incluso provocando enfermedades relacionadas con esa sensación de inactividad.

Plutón en esta posición busca un control extremo, llevando a la persona a desarrollar conductas obsesivas, como el TOC, para mantener un orden meticuloso. Esta necesidad de control puede convertirse en una carga, impidiendo vivir de manera relajada y generando una esclavitud emocional.

Plutón en la Casa 7

Plutón en la Casa 7 crea un complejo en las relaciones íntimas basado en la dinámica “todo o nada”, donde se siente que debe dar todo para que la relación funcione, lo que altera el equilibrio de dar y recibir. Esta persona puede ver las relaciones en términos de apoyo absoluto o rechazo, sintiéndose a menudo incomprendida y juzgada.

Su pasión e intriga en las relaciones pueden generar conflictos, y a menudo dan demasiado, lo que los lleva a un trastorno en el intercambio emocional. Además, la obsesión por la justicia y el equilibrio puede estar ligada a heridas de injusticia familiares.

A través de las relaciones y los duelos emocionales, experimentan cambios profundos, viendo el dolor como una oportunidad de transformación. Sin embargo, algunas personas con esta posición pueden llegar a rechazar nuevas relaciones, prefiriendo la soledad.

Plutón en la Casa 8

Plutón en la Casa 8 está relacionado con el poder, la sexualidad y los secretos familiares. La persona puede experimentar un conflicto interno entre dominar o dejarse dominar, y puede sentir que entregar su poder implica perder control. El desapego, tanto emocional como material, es clave para una transformación profunda.

Este posicionamiento también puede revelar traumas familiares ocultos, como abusos o violaciones, que afectan la persona desde lo emocional hasta lo físico. A través del reconocimiento y la liberación de estos secretos, se puede sanar y liberarse de la culpa heredada, ayudando a transformar las dinámicas familiares y personales.

Plutón en la Casa 9

Plutón en la Casa 9 está vinculado a ideologías, creencias y valores impuestos, a menudo de manera radical o extrema, derivados del entorno familiar. Las personas con esta configuración tienden a obsesionarse con la “verdad”, creyendo que poseen la única verdad o han sido bombardeadas por verdades absolutas.

Estas personas buscan una verdad personal, pero a menudo sostienen creencias inquebrantables que pueden generar conflictos, incluso fracturas familiares. Pueden ser dogmáticas y difíciles de convencer en debates, ya que su filosofía de vida es vista como la única válida.

Un tránsito de Plutón por la Casa 9 puede provocar grandes transformaciones, como cambios de país, idioma o ideología, y la persona puede actuar como el chivo expiatorio del sistema familiar. Pueden experimentar un equilibrio entre escepticismo y fanatismo, poniendo a veces sus creencias por encima de las relaciones cercanas.

Plutón en la Casa 10

Se relaciona con la búsqueda de un propósito material y el conflicto con la autoridad, especialmente cuando se ha vivido con figuras parentales autoritarias. La crisis surge cuando las aspiraciones se vuelven desbordantes, buscando poder sin importar los medios, lo que puede generar un complejo de sentirse todo-poderoso/a.

Este Plutón también puede generar miedo al propio poder, lo que lleva a evitarlo o reprimirlo. La clave es tomar conciencia de este poder, liberarlo de las imágenes idealizadas de los padres y aprender a manejarlo de manera constructiva, sin reprimirlo, para no perder nuestra fuerza y empoderarnos.

Plutón en la Casa 11

Cuando una persona logra aceptación en un grupo, busca validación a través de lo colectivo, pero con el tiempo, las relaciones pueden erosionarse, generando una crisis cuando lo que parecía duradero se desmorona. Esto la lleva a distanciarse de los grupos por miedo a ser traicionada, actuando con cautela como mecanismo de supervivencia.

Sin embargo, el trabajo en grupo también puede ser un espacio de transformación, ya que la persona con Plutón en la Casa 11 puede convertirse en un catalizador de cambio, influenciando y transformando la dinámica del grupo, actuando como un punto de evolución para los demás.

Plutón en la Casa 12

La Casa 12 está asociada con el inconsciente y los contenidos ocultos, a menudo ligados a traumas o influencias familiares de generaciones pasadas. Las pulsiones que emergen de este lugar pueden ser regenerativas o destructivas, creando una constante lucha interna entre poder y autocrítica. Este complejo se manifiesta en una sensación de amenaza continua del pasado, generando compulsiones y adicciones que pueden llevar a una transformación o despertar de conciencia.

Plutón en la Casa 12 tiene el poder de iluminar la sombra, permitiendo que la persona llegue a una profunda comprensión y aceptación de lo que no puede cambiar. Este proceso prepara al individuo para un nuevo nivel de consciencia, basado en la resignación y la liberación.

La Casa 12 también representa el periodo prenatal y el duelo, vinculando el sentido de vida con la transformación y renovación. Con Plutón en esta casa, es necesario dar voz a los muertos del pasado, lo que puede traer una riqueza profunda y una conexión con algo más grande que uno mismo. Sin embargo, si no se procesa, la persona puede quedar atrapada en una maldición familiar, perpetuando adicciones y sufrimiento.


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Fuentes

  • Especialización astrología mundana. Aprende Astrología y Lu Gaitan - 2022.
  • Ruperti. 2005. Ciclos del Devenir. Editorial Kier.
Lina Marco

Lina Marco

Astrología para la claridad no para la perfección